YEAR ■ 2020
En el siglo pasado y principios de éste, la ciencia acreditó que la realidad está integrada por materia y antimateria, una dualidad que se pone de manifiesto con la detección de antipartículas y de la antimateria.
La imagen del taijitu, comúnmente conocido como Yin y Yang, supone el icono visual de la teoría de que cada ser, objeto o pensamiento posee un complemento del que depende para su existencia y que, a su vez, existe dentro de él mismo: la ancestral cultura del taoísmo ya postuló esa dualidad de materia / antimateria.
De ello se deduce que nada existe en estado puro ni tampoco en absoluta independencia ni quietud, sino en continua relación e interacción, incluso con sus contrarios; cualquier idea puede ser vista como su opuesta o complementaria, si se observa desde otro punto de vista.
El Yin y el Yang representa esta dualidad, en la que es muy difícil separar dos elementos enfrentados que la componen; en su representación visual –el taijitu– es más fácil entender el conjunto que forman los elementos que cada uno de ellos individualmente, algo que denota que no son exactamente dos extremos de algo, sino los elementos complementarios y relacionados que integran una totalidad.
La serie UNGRAVITY muestra esculturas constituidas por tres piezas, dos de ellas externas (independientes) y otra interior, que integran un todo –ahora único- en forma de tótem, en la que las piezas se apoyan, tensionan y oponen para lograr el equilibrio y la estabilidad, generando una entidad única.
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alfonso doncel | sculpture
En UNGRAVITY nada es lo que parece. Aunque se muestra una estructura con forma de urna soporte que parece sostener –suspendida- una compleja figura interior en forma de helicoide, en realidad es esa figura la que cohesiona y permite la integridad, estabilidad y unicidad de la forma que se percibe visualmente. Tres piezas interdependientes que adquieren sentido si se cohesionan, y que se mantienen en equilibrio gracias a las tensiones que se establecen entre ellas.
UNGRAVITY manifiesta la dependencia entre las tres piezas que integran cada escultura, de forma que son las tensiones existentes entre ellas las que estabilizan la obra. Para ello, ninguna es más determinante que otra, pues todas dependen de las adláteres que las sujetan. Para obtenerlas, el helicoide interior se suspende de la pieza estructural inferior, mientras que la pieza estructural superior se suspende de la figura en forma de helicoide: tres piezas independientes unidas por finos (múltiples) tensores de fluorocarbono climpados con microtubos de aluminio.
Pura tensegridad e interdependencia.
La serie escultórica UNGRAVITY está integrada por tres obras en forma de tótem, formadas por una estructura exterior realizada con tubo cuadrado de acero inoxidable de 25 x 25 mm, dividida oblicuamente en dos piezas independientes que no se tocan entre sí. Las medidas finales de la escultura: 185 cm de alto x 32,5 x 32,5 cm de ancho y profundo.
En dos de ellos, la figura interior está realizada mediante soldadura TIG de 126 y 130 cubos de acero inox, de medidas de lado 12, 25, 40 y 60 mm soldados con TIG argón; en la tercera obra, la figura interior se obtiene con 71 esferas de acero patinado al óxido, de Ø 6 a 12 cm, soldadas entre sí con MIG y TIG argón.
